Como hacer jabón artesanal- proceso en frío


Este proceso se define como la elaboración del jabón sin ninguna fuente de calor externa, aunque si es necesario calentar un poco los aceites antes de mezclarlos con la lejía.

Antes de empezar con la elaboración de jabón es conveniente repasar las medidas básicas de seguridad, para evitar posibles accidentes. 


Una vez que tenemos medidas las cantidades necesarias de lejía, grasas y agua de nuestra receta, para comenzar a realizar jabón con el método en frío, vamos a preparar la lejía.

Mezclamos el hidróxido de sodio (sosa) con el agua, incorporando con cuidado la sosa en al recipiente que contiene el agua (nunca al revés), y mezclamos, removiendo con cuidado, evitando salpicaduras.

El contacto con la sosa hará subir la temperatura del agua, por lo que el agua no debe estar caliente, ya que la mezcla podría hervir.

Si vamos a sustituir el agua por otro componente acuoso, como leche, infusiones, zumo etc., hay que congelarlo previamente.

Antes de elaborar el jabón, pondremos el líquido que vayamos a usar en nuestra receta en el congelador y deberá estar congelado cuando echemos la sosa en el recipiente para hacer la mezcla. El calor que produce la sosa hará que se vuelva de nuevo líquido en popo tiempo.


Una vez mezclados, la mezcla se verá turbia, hay que dejarlo un rato reposar hasta que se vuelva totalmente transparente. Mientras vamos a ir calentando los aceites.

Ponemos los aceites a calentar en un cazo hasta que alcancen una temperatura entre 35º- 40º.

Si nuestra fórmula tiene ceras, mantecas, aceites solidos a temperatura ambiente... las ponemos primero a calentar hasta que se derritan completamente. Una vez líquidos los incorporamos con el resto de los aceites que lleve nuestra receta.

Las ceras y mantecas necesitan una temperatura más alta para fundirse, por lo que la temperatura será más alta de los 40º, no hace falta que se caliente el resto de los aceites ya que al mezclarlos se elevará la temperatura. Pero debemos mezclarlos con cuidado, despacio y removiendo lentamente, para evitar que la diferencia de temperatura haga que las mantecas y ceras vuelvan a solidificarse.



Tanto los aceites como la lejia deben de estar a una temperatura de unos 40º cuando hagamos la mezcla.

Una vez tengamos los aceites mezclados y a la temperatura correcta vamos a mezclarlos con la lejía.

Incorporamos la lejía en el recipiente de los aceites, despacio y removemos con cuidado.


A continuación, tenemos que batir para emulsionar los ingredientes. Introducimos la batidora en la mezcla y la encendemos (nunca meter la batidora ya en marcha en la mezcla ya que salpicaría).


Tenemos batir hasta alcanzar el punto de taza, tendrá una consistencia como de mahonesa o pudin.  Batimos en varios tiempos, batimos un rato, dejamos reposar y volvemos a batir.

Si queremos incorporar algún aditivo, aceites esenciales, aromas, colorantes, arcillas... este es el momento para hacerlo.



Mezclamos todo bien hasta que la mezcla sea homogénea y vertemos en el molde o moldes que tengamos preparados.
 

Dejamos reposar entre 12 a 24 horas, cuando haya endurecido los suficiente como para poder desmoldarlo sin que se deforme.


Desmoldamos el jabón, y si queremos cortarlo este es el mejor momento para hacerlo, ya que seguirá endureciendo durante el proceso de curación y resultará mas difícil cortarlo sin que se rompa.

Y por último tenemos que dejar curar el jabón de 4 a 6 semanas antes de usarlo.



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