Si vamos a utilizar infusión para la fase acuosa, debemos prepararla primero. Medimos la cantidad de agua y la ponemos al fuego hasta que hierva. En un bol o jarra ponemos las plantas y vertemos dentro el agua caliente. Tapamos y dejamos reposar al menos 10 minutos. Por último, colamos retirando los restos de plantas.
Mezclamos la fase acuosa que vayamos a utilizar en nuestra receta, la infusión (ya fría), el agua floral o agua mineral, con la betaína. Mezclamos con cuidado para no hacer espuma.
Añadimos los aditivos, aceites y/o aceites esenciales, extractos de plantas, que requiera nuestra receta...Volvemos a mezclar con cuidado.
Si nuestra receta incorpora algún ingrediente en forma de cera, como alcohol cetílico, debemos derretirlo previamente en el aceite. Calentamos el aceite junto con la cera hasta que se derrita completamente. Dejamos enfriar un poco antes de incorporarlo al resto de la receta.
Si tenemos el cabello seco, podemos añadir glicerina y geles vegetales, como gel de aloe vera, gel de algas, semillas, almidones.
Para dar mayor consistencia a la textura de nuestro champú, agregamos algún tipo de gelificante, como goma xantana. No debe exceder del 1% del total de nuestra receta. La goma xantana se disuelve muy bien en aceite, podemos disolverla en el aceite que vayamos a usar en nuestra receta, antes de añadirlo a la mezcla.
Ya solo falta embasar nuestro champú es el frasco o botella elegido.
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